Bolsa de rafia reutilizable de alta resistencia con asas largas.
Serigrafiada con nuestra identidad corporativa.
Bolsa de rafia reutilizable de alta resistencia con asas largas.
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El cochinillo de Segovia, un cerdo pequeño en periodo lactante, con no más de 3 semanas de edad, que solo y exclusivamente se alimenta de leche. Pesa entre 4 y 6 kg, por eso su carne es tan tierna y blanca.
El cochinillo suele servirse troceado y con una fuente complementaria con la salsa. Una recomendación: no hay que echar la salsa encima de la piel crujiente, porque esta ablandará y acabará con la textura inconfundible del cochinillo.
La mejor guarnición para acompañar con el cochinillo es una ensalada, normalmente de escarola, aunque hay mucha gente que se decanta por unas finas patatas en rodajas asadas. Tampoco puede faltar un buen vino tinto.
El cochinillo es una carne rica en proteínas, riboflavina, vitamina B12, vitamina B6, tiamina, hierro, magnesio, potasio y zinc.
La piel del cochinillo de Segovia debe presentar un color homogéneo y limpio, blanco y de tonalidad cremosa. El color de la carne puede variar entre rosado, rojo pálido y blanco nacarado, con una textura firme pero no dura.
Debe asarse en el horno únicamente acompañado de agua y sal y, si es posible, que el horno sea de leña para obtener un sabor exquisito.
A pesar de que el cochinillo segoviano es un alimento cuyo consumo se centra en la época navideña, es un plato que también se puede disfrutar en épocas cálidas, como la primavera o el verano.