Los cuellos de pollo son una excelente fuente de proteínas y nutrientes esenciales para una alimentación equilibrada
Peso: 500 gramos
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Descripción
Los cuellos de pollo son una opción nutritiva y económica para aquellos que buscan ingredientes versátiles y ricos en proteínas. Además de ser una fuente excelente de proteínas, los cuellos de pollo también contienen nutrientes esenciales que pueden ayudar a mantener una dieta equilibrada y saludable.
Los cuellos de pollo son ricos en proteínas, lo que los convierte en una excelente opción para agregar a sopas y caldos nutritivos. Además, contienen otros nutrientes esenciales como calcio y hierro, que contribuyen a la salud ósea y la producción de glóbulos rojos. Su contenido en colágeno también es beneficioso para la salud de la piel y las articulaciones.
Los cuellos de pollo pueden usarse en una amplia gama de recetas, desde sopas y caldos hasta guisos y arroces. Debido a su alto contenido de colágeno, los cuellos de pollo son ideales para añadir cuerpo y consistencia a caldos y salsas. También se pueden asar o cocinar a fuego lento para obtener un sabor más rico.
Si planeas usar cuellos de pollo para caldos o sopas, hiérvelos a fuego lento para extraer todos sus nutrientes y colágeno. Para guisos, cocina lentamente para obtener una textura tierna y un sabor profundo. Si prefieres asarlos, asegúrate de sazonar adecuadamente para resaltar el sabor.
Ingredientes:
1 kilo de cuellos de pollo
2 cebollas
4 dientes de ajo
1 botellín de cerveza
1 vaso de vino blanco
1 bote de tomate frito
aceite, harina y sal
Elaboración:
Rehogar los cuellos, cebollas y ajos por separado en una sartén o cacerola. Juntar todo y añadir la cerveza.
Introducir media cucharada de harina en un vaso de vino y remover. En cuanto esté diluida meter en la cazuela dejando que hierva un poquito, aportando después el tomate frito. En cacerola normal y a fuego lento estará listo como en una 1 hora. Si prefieres emplear una olla exprés hay que esperar 45 minutos.
Aportan aminoácidos, proteínas, grasas, fibras y antioxidantes, además de enzimas, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales como el calcio o el fósforo.
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