Lamentamos las molestias.
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Recomendamos cocinar las pechugas y muslos de pavo por separado, hecho que evitará que se reseque. Los muslos requieren más tiempo de cocción que la pechuga, por lo que separar las piezas permite que se cocinen adecuadamente.
Otra sugerencia pasa por abrir el pavo en dos para cocinarlo más rápido y uniformemente. No se debe cubrir el pavo con papel de aluminio después de sacarlo del horno, ya que esto puede hacer que la temperatura aumente y se acabe por secar.
Algunos chefs recomiendan retirar el pavo del horno antes de que esté completamente hecho, puesto que el ave seguirá cocinándose mientras reposa. También se aconseja usar una rejilla y untar mucha mantequilla, horneando a temperatura alta durante los primeros 30 minutos (esto ayuda a obtener una piel crujiente).
La carne de pavo es baja en grasas y calorías en comparación con otras opciones, como el cerdo o el vacuno. Además, es rica en proteínas, vitaminas y minerales.
Una porción de 100 gramos de pavo proporciona aproximadamente 30 gramos de proteína, lo que convierte a esta carne en una opción saludable y nutritiva para incluir en una dieta equilibrada.
La forma más segura y recomendada pasa por colocarlo en la nevera. Se recomienda dejar el pavo en su envoltorio original y colocarlo en una bandeja en la parte inferior del refrigerador, para evitar que los jugos goteen y contaminen otros alimentos. El tiempo de descongelación dependerá del peso del pavo, pero normalmente se precisan de unas 24 horas por cada 2 kilos. Por lo tanto, si un pavo pesa 6 kilos, se necesitarán alrededor de 3 días para descongelarlo completamente.
Las partes más saludables del pavo son la pechuga y las piernas sin piel, ya que contienen menos grasa y más proteínas. La pechuga es una excelente fuente de proteínas magras y es baja en grasas saturadas, mientras que las piernas son ricas en hierro, potasio y zinc. Se recomienda evitar la piel del pavo, porque es alta en grasas saturadas y calorías.
Es recomendable que el pavo repose antes de cortarlo, a fin de que los jugos se redistribuyan por la carne (quedando así más jugosa). Hablamos de 20 a 30 minutos antes de cortarlo.